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Cómo mantener eficiente el calderín de tu lavavajillas comercial

22 septiembre 2023 - boiler di una lavastoviglie professionale per bar e ristoranti

¿Qué es el calderín y cuál es su función?

El calderín es una parte esencial del lavavajillas profesional, ya que garantiza que el agua utilizada para higienizar la vajilla alcance la temperatura óptima. Sin embargo, el calderín puede ser susceptible a problemas de calcificación, corrosión o fallos eléctricos, que comprometen su funcionamiento y vida útil. Para evitar estos inconvenientes, es importante seguir unas sencillas normas de mantenimiento y prevención.

Qué hacer para mantener el calderín en buen estado

  • Realizar una limpieza periódica de el calderín con productos específicos para eliminar la cal. Esto debe hacerse al menos una vez al mes, siguiendo las instrucciones del fabricante del lavavajillas.
  • Compruebe regularmente el estado de las resistencias de el calderín, que pueden dañarse por sobrecargas o cortocircuitos. En caso de anomalías, sustituya las resistencias por repuestos originales o compatibles.
  • Compruebe el correcto funcionamiento del termostato de el calderín, que regula la temperatura del agua. Si el termostato está defectuoso, el agua puede estar demasiado caliente o demasiado fría, comprometiendo la calidad del lavado y la seguridad de los operarios. El termostato debe ser sustituido por un técnico cualificado.
  • Proteja el calderín de sobretensiones o cortes de corriente, que pueden causar daños irreparables. Es aconsejable instalar un protector contra sobretensiones o un sistema de alimentación ininterrumpida.

Qué no hacer para evitar problemas en el calderín

  • No utilices agua demasiado dura o demasiado blanda para alimentar el lavavajillas. El agua demasiado dura favorece la formación de cal, mientras que el agua demasiado blanda puede provocar corrosión. Es preferible utilizar un ablandador de agua correctamente calibrado que ajuste la dureza en función de las características del lavavajillas y del tipo de agua de una determinada area. El agua de la red debe tener una dureza no inferior a 14°F-15°F con una cantidad máxima de sodio disuelto en el agua de 200 mg/l, pero mejor no superar los 150 mg/l. En caso de que la dureza sea superior, se recomienda el uso de un ablandador que se colocará en la tubería de suministro de agua. De hecho, una dureza del agua demasiado elevada provocará depósitos calcáreos en el calderín, los elementos electricos de calentamiento y la cuba, así como en todo el circuito hidráulico, lo que afectará a su eficacia y correcto funcionamiento. En el caso de un agua demasiado blanda y, por tanto, con una dureza baja, ésta sería especialmente agresiva debido al exceso de iones de sodio disueltos en el agua, que favorecen la corrosión del acero. Ajustar el descalcificador desde este punto de vista es estratégico, para evitar una bajada excesiva de la dureza del agua, que no sólo provoca problemas de corrosión, sino que aumenta el consumo tanto de agua como de sal.
  • No utilice detergentes o abrillantadores no aptos para lavavajillas profesionales. Estos productos pueden ser agresivos tanto para el calderín como para otras partes de la máquina, además de dejar residuos en las vajillas. Es importante elegir productos específicos para el lavavajillas profesional, siguiendo las dosis recomendadas por el fabricante. Por lo tanto, utilice productos para lavar la vajilla de buena calidad, no corrosivos y, sobre todo, SIN cloro (la lejía contiene mucho). Los productos corrosivos o que contienen cloro pueden provocar corrosión hasta el punto de perforar el calderín o la cuba de lavado.
  • No introduzca objetos con óxido de hierro (óxido) en la cámara de lavado. El óxido corroe y perfora las superficies de acero inoxidable.
  • Asegúrese de que la conexión a tierra del sistema es eficaz. Una conexión a tierra que no funcione correctamente puede perforar la cuba y el calderín por corrientes superficiales parásitas.
  • No abra la puerta del lavavajillas durante el ciclo de lavado. Esta acción interrumpe el flujo de agua caliente de el calderín y puede dañar la resistencia y el termostato. Además, corre el riesgo de quemarse con el vapor o el agua hirviendo.
  • La limpieza de la cuba de lavado y de los accesorios debe realizarse con productos no corrosivos y especialmente SIN cloro.

Calderínes con aceros especiales

Los el calderínes de los lavavajillas profesionales suelen ser de acero inoxidable aisi 304: en situaciones muy concretas en las que la máquina entra en contacto con aguas especialmente duras y ricas en agentes corrosivos, existen calderínes especiales de acero inoxidable aisi 316.

Ambos tipos de acero, 304 y 316, forman parte de los llamados aceros austeníticos, pero entrando en detalle, la principal diferencia es la presencia de molibdeno en el AISI 316. De hecho, este elemento es capaz de aumentar la resistencia a la corrosión del acero 316 en comparación con el 304, incluso en ambientes muy reductores y altamente salinos.

Siguiendo estos sencillos consejos, puede garantizar que el calderín de su lavavajillas profesional tenga una larga vida útil y un rendimiento óptimo, al tiempo que ahorra en costes de reparación y sustitución.

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